Aceptamos el amor que creemos merecer

“Aceptamos el amor que creemos merecer” es la respuesta que recibe Charlie, el protagonista de Las ventajas de ser invisible, al preguntar a su profesor porqué su amiga Sam siempre elige niños inadecuados para enamorarse. Y la realidad es que en algún momento de nuestra vida todos hemos sido Sam, eligiendo mal lo que alimenta nuestro cuerpo y alma, eligiendo té en bolsitas, saquitos, pirámides o sachets.

 

 Los psicólogos explican que hay muchas razones inconscientes por las cuales actuamos de esta manera, factores que se forjan durante la niñez con relación a nuestros padres y otras experiencias que configuran nuestros gustos y necesidades. Mi camino en el mundo de las infusiones empezó durante mi niñez con tisanas que mi mamá y mis abuelitas me preparaban, después la curiosidad me llevó a las bolsitas de té y así aprendía a tomarlo. Pasaron algunos años para que descubriera que existía té en hoja suelta.

 

Claramente se me rompió el corazón, pero al igual que cuando dejas esas relaciones tóxicas,  viajé hacia una dimensión desconocida, donde el English Breakfast sabía diferente y Earl Grey no era un polvo misterioso dentro de un una bolsita de papel con una etiqueta que pendía de un hilo. Actualmente, más del 80% del té que consumimos en occidente es en bolsita y como toda dualidad en la vida, el consumir té en bolsa, sachet, pirámide o saquito tienen como ventaja la inmediatez y la facilidad de infusión.

 

  

Pero, no por ello, su organolepsia y beneficios serán igual al té de hoja suelta, es como tomar café de especialidad u optar por café soluble que “sabe, huele y parece café” pero que nunca tendrá la complejidad y energía mágica que la Madre Tierra nos regala en su elemento natural. Entonces empecé a investigar sobre el té de hoja suelta y me di cuenta de muchas cosas de los sachets, bolsitas, pirámides o saquitos de té:

  • La calidad del té que contiene es muy inferior al de hoja suelta. La mayoría de éste es CTC, un té que se tritura en partículas pequeñas para lograr mayor superficie de contacto con el agua y la infusión ser más rápida.
  • Infundir partículas tan procesadas tiene como resultado un licor plano, que carece de complejidad aromática, sabor y cuerpo.
  • El té de hoja suelta se desdobla elegantemente en el agua caliente y nos regala una hermosa danza digna de ser apreciada y atesorada, contrario a lo que pasa dentro del aprisionameinto de un saquito, sachet, pirámide o bolsita de té.
  • Los materiales con los que están hechos los saquitos, bolsitas o sachets además de que SÍ imprimen sabor durante la infusión, contienen sustancias tan tóxicas como las relaciones de Sam. El papel puede contener epiclorhidrina que al entrar en contacto con el agua se hidroliza generando 3-MCPD una sustancia potencialmente carcinógena. Los elegantes sachets de “seda” en forma cuadrada o de pirámide pueden estar hechas de nylon, rayón, termoplástico, polipropileno o tereftalato de polietileno (PET) que aunque está diseñado para soportar la temperatura de ebullición del agua, comienza a descomponerse a los 76ºC (temperatura de la transición vítrea) y también existen las versiones elaboradas con ácido poliláctico (PLA) que se deriva del almidón de maíz que sigue siendo un tipo de plástico (con temperatura de transición vítrea de 65ºC) que a pesar de ser biodegradable se convierte en basura después de la infusión, lo que podríamos evitar con un infusor.
  • La producción masiva del té contenido en las bolsitas, sachets, pirámides o saquitos tienen menor contenido de nutrimentos que el té de hoja suelta.

 

Actualmente existen bolsitas, sachets o saquitos más grandes donde incluso se usa té de hoja entera, sin embargo, a mi parecer sigue siendo un producto que no cumple con la organolepsia de un licor obtenido a partir de hoja suelta, infundida en libertad dentro de un contenedor que le permita desdoblarse (infusor, tetera, gaiwan, etc). Y sin importar lo bien logrado que esté el diseño de la bolsita, nunca regalará el amor de un té de hoja suelta ni volvería a ser mi primera elección.

 

La vida es corta y merecemos magia y amor en cada sorbo de té. Merecemos disfrutar de la obra de arte efímera que representa cada hoja, de sus colores, formas y texturas, del despertar del té y los aromas que emana, de un elixir vivaz y vibrante que abrace nuestra alma, nos reconforte, nos haga sonreír y nos recuerde lo hermoso que es estar vivo.

  

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Fuentes:

  • Poliácido láctico (PLA). https://tecnologiadelosplasticos.blogspot.com/ . 8 de agosto de 201.
  • El Plástico y los Compuestos Cancerígenos en las Bolsas de Té- Una Sorprendente Fuente de Toxinas. https://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/bolsas-de-te.aspx. 24 de abril , 2013
  • James M. How to Avoid Toxins in Tea.  https://gimmethegoodstuff.org/how-to-avoid-toxins-in-tea/ October 7, 2019
  • Zhang S, Hunter JT. The wild truth of tea. 28 de mayo 2013

 

 

 

 

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